Confía

Confía

Comenzamos un nuevo curso, 2024-2025, con este sentimiento, que al leerlo, escucharlo, vivirlo… nos transmite seguridad, sintiendo la presencia de Jesús que se hace compañero de camino.

En momentos no fáciles, esta fortaleza nos da el coraje para mantenernos firmes y seguir el camino, los sueños… “No temas, yo estoy contigo…no te inquietes” (Is. 41, 10.13).

La confianza ha estado presente desde los orígenes en esta gran Familia Salesiana. Vemos en Don Bosco y María Mazzarello cómo la confianza ha sido el elemento más importante en su vida. La confianza puesta en María, Madre y Auxiliadora, que sabe indicar caminos de luz a sus hijos y acompañar en el desafío de generar vida en el corazón del mundo contemporáneo.

El nuevo curso está enmarcado en acontecimientos de Iglesia, de Instituto y de Inspectoría, que viviremos desde esta confianza. Subrayo algunos:

Sínodo de la Sinodalidad en octubre de 2024. Bajo el lema: Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión.

– Hacia el Jubileo del 2025: Peregrinos de la esperanza. El Papa nos convoca y nos dice que “la vida cristiana es un camino, que también necesita momentos fuertes para alimentar y robustecer la esperanza, compañera insustituible que permite vislumbrar la meta: el encuentro con el Señor”. Debemos mantener encendida la llama de la esperanza que nos ha sido dada, y hacer todo lo posible para que cada uno recupere la fuerza y la certeza de mirar al futuro con mente abierta, corazón confiado y amplitud de miras.

– Centenario de la muerte de Madre Caterina Daghero (1924-2024). Su servicio de animación y gobierno, durante este largo periodo de tiempo, indudablemente estuvo sostenido por la confianza. Una confianza en Dios y en María Auxiliadora que le ayudó a inculturar el espíritu de Mornese, dándole una difusión e irradiación mundial.

– Preparación al 150 aniversario de la primera expedición misionera (1877-2027). Las primeras hermanas parten con un equipaje especial: una confianza total en Dios (Crónica II, pp. 276-291). Es urgente, hoy, dar prioridad absoluta al compromiso de la evangelización. Responder a la necesidad de volver a proponer, con más convicción, el primer anuncio, porque «nada hay más sólido, más profundo, más seguro, más denso y más sabio que ese anuncio» (Christus Vivit, nº. 214).

– La visita canónica de sor Marta Riccioli, Consejera General. Visitará cada una de nuestras casas. Se encontrará con los equipos de animación y gobierno inspectoriales, con alguna representación de instituciones de Iglesia y civiles, de grupos de FASA, de jóvenes, con el fin de animar y verificar, en sinodalidad, la Vida de nuestra inspectoría.

– La preparación y realización de la Verífica del CG XXIV. La Verífica trienal es una oportunidad que el Instituto nos ofrece para reavivar la consciencia de nuestra identidad carismática, releer lo vivido a la luz de la Palabra de Dios y de los desafíos del hoy y proyectarnos con nueva esperanza hacia el futuro. La Verífica es, para todos, una experiencia significativa que nos permitirá ver de nuevo, el impacto que tiene en nosotros y en las comunidades, la gran consigna: “Con María, ser una presencia que genera vida”. Centrándonos en tres opciones significativas: estar en formación continua, caminar en sinodalidad, trabajar en red con miras a la ecología integral. Tres opciones cuyo hilo conductor es la calidad de la presencia, o sea, nuestro ‘estar allí’ como personas y como comunidad, en el corazón del mundo contemporáneo.

La Verífica trienal tiene una doble finalidad: examinar el camino post-capitular y ofrecer indicaciones para el tema del próximo CG XXV.

En el horizonte de este nuevo curso que vamos a estrenar, tenemos presente la visión de Borgoalto y aquel A ti te las confío, que resonó en el interior de María Mazzarello. Ella siente que Dios le inspira algo grande: dar la vida por la educación de las niñas. Este fue el motor de su Misión.

También su estilo de animación se fundamenta en la certeza de no caminar sola y la comparte con las hermanas: no te desanimes nunca ante cualquier adversidad, recíbelo todo de las manos de Jesús, pon toda tu confianza en Él y espéralo todo de Él (C. 65, 1).

Nos acompañamos, en misión compartida, de manera especial con la mirada puesta en María, con la oración, y con la certeza de que no caminamos solas ni solos.

¡Confía!

 

S. María Rosario Ten Soriano, FMA
Provincial